jueves, 11 de octubre de 2012

Celebración de la Misa de Apertura del año de la fe



sab. 13 y domingo 14 de octubre

Entrada

Estrechamente unidos al Santo Padre Benedicto XVI que ha decidido convocar un Año de la fe, comenzamos este camino de profundización que hoy comienza en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013. También celebramos los veinte años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. Damos gracias a Dios y pedimos crecer con fuerza en la fe y apreciar su belleza. Celebramos también de un modo providencial la Jornada Mundial de la Misiones: la fe que nos lleva a contemplar a Dios nos impulsa a anunciarlo como el Bien Supremo.

Rito Penitencial

Tú que nos abres la Puerta de la Fe en el Bautismo
Señor ten piedad
Tú que nos acompañas toda la vida en el camino de la Fe.
Cristo ten piedad
Tú que nos enseñaste a profesar nuestra Fe en un solo Dios Amor.
Señor ten piedad

Lecturas de la Palabra de Dios

La Palabra de Dios es vida y salvación para todos nosotros y a través de ella recibimos el anuncio del Reino. En profundo silencio recibamos con fe la Palabra del Señor que nos habla.




Entrega del Credo

Se reparte las estampas con el Credo Niceno-Constantinopolitano impreso mientras se entona un canto adecuado. Luego el celebrante dice:

Para gloria de Dios nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo, poniendo la confianza en el auxilio de la Santísima Virgen María, de los bienaventurados santos apóstoles que nos trasmitieron la fe y de los santos mártires que derramaron su sangre por la fe haciéndola cada vez más fecunda, para utilidad espiritual y progreso de la Iglesia, unidos al Papa y a todos los Obispos del mundo como Pueblo Santo de Dios recemos el Credo que expresa la fe de la Iglesia entera y hagamos el propósito de profundizarlo en este año que comenzamos:

Se entona la antífona u otra similar y se la repite después de cada una de las partes del Credo.

Ant.: Te doy gracias Señor por tu amor no abandones la obra de tus manos. Aleluia. Aleluia.

Creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Ant.: Te doy gracias Señor por tu amor no abandones la obra de tus manos. Aleluia. Aleluia.

Creo en un solo Señor, JESUCRISTO,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz.
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros los hombres
y por nuestra salvación, bajó del cielo;
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.

Ant.: Te doy gracias Señor por tu amor no abandones la obra de tus manos. Aleluia. Aleluia.

Creo en el ESPÍRITU SANTO,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo,
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo la iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.

Ant.: Te doy gracias Señor por tu amor no abandones la obra de tus manos. Aleluia. Aleluia.

El celebrante hace la siguiente oración:

Te damos gracias, Señor, por mostrarnos que la belleza de tu Verdad la encontramos en nuestra Fe Católica, predicada por los Apóstoles y cuidada y trasmitida por sus sucesores en la Iglesia a través de todos los tiempos.
Te damos gracias por las semillas de Verdad que tu Espíritu Santo esparce donde quiere. Te pedimos que muchos puedan llegar a la plenitud de la Verdad y te damos gracias por la salvación que Tú nos has regalado como un don para todos, porque tu deseo es que todos nos salvemos.
No merecemos tus gracias, Señor, pero ya que nos las das sin mérito de nuestra parte, queremos aprovecharlas para dar buenos frutos de salvación para nosotros mismos y para los demás. Que siempre recordemos que la aceptación que hacemos de tus gracias es también gracia tuya, pues nada podemos sin Ti. Amén.

Oración de los fieles

o       Para que este Año de la Fe nos introduzca más profundamente -a través de la Puerta de la Fe- en la comunión con Dios y los hermanos.  Oremos.

o       Para que cada vez más dejemos transformar nuestro corazón por la Gracia recibida en el Bautismo. Oremos.

o       Para que el camino de la FE que comenzó con nuestro Bautismo, culmine felizmente en la Vida Eterna. Oremos.

o       Recemos para que profesar nuestra Fe en la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, nos ayude a creer en un solo Dios que es Amor. Oremos.

o       Para que este año, redescubriendo el camino de la Fe, renovemos la alegría y el entusiasmo de nuestro encuentro con Cristo. Oremos.

o       Para que renovando nuestra Fe en Cristo nos pongamos en camino para rescatar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo del desierto en que viven y los ayudemos a encontrar una Vida más plena. Oremos


Ofrendas

Agradecidos al Señor por regalarnos el don de la fe, presentemos junto con el pan y el vino, nuestro propósito de hacernos cada día mejores servidores de nuestros hermanos en quien vemos su rostro.

Comunión

Recibamos a Cristo que en la comunión eucarística suscita, sostiene y hace crecer la fe en cada uno de nosotros.

Invitación a venerar la Pila Bautismal

Antes de impartir la bendición el celebrante puede invitar a todos los fieles a venerar la Pila Bautismal, puerta verdadera de nuestra fe:

Al finalizar esta celebración todos los que quieran pueden acercarse a la Pila Bautismal para hacerse la Señal de la Cruz con el agua bendita que ella contiene, en una Pila como esta fuimos bautizados y en ella fuimos engendrados hijos de Dios y hermanos en Cristo dando comienzo a nuestro camino de fe.

Otro signo propuesto por la Conferencia Episcopal Argentina:

  • Preparar un ejemplar de los documentos del Concilio Vaticano II y otro del Catecismo de la Iglesia Católica: se los puede colocar en un lugar destacado y adornado en el presbiterio ó introducirlos en procesión en algún momento de la celebración eucarística (al comienzo, en la presentación de dones, etc.)
  • Algún otro signo característico de la Diócesis o de la comunidad parroquial, que tenga relación con el camino de la fe, con la historia de la comunidad, con la comunión y participación eclesial, con el compromiso misionero. 

1 comentario:

  1. Con la Fe que cada uno tiene, anunciemos a Cristo
    Rey de la gloria...! Aprovechemos este anio de la
    Fe proclamado por SS, para reveer nuestra fe y
    rogar por ser bendecidos con mucha mas.!!!!!!

    ETEL

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