viernes, 23 de marzo de 2012

Nos dice el Beato Alberione:


• La Familia Paulina generalmente consagra el mes de marzo a san José. Conocer más al Santo en su misión, virtud, privilegios, gloria, poderes en el cielo.

• Imitar siempre mejor a san José en la humildad y en el cumplimiento de la voluntad de Dios, en su vida de silencio, de trabajo y de plegaria. Invocarlo en todas las necesidades espirituales y materiales, por la Iglesia Universal, por los agonizantes, los pobres, los obreros y los gobernantes.

• Un mes de meditaciones, de lecturas, de plegarias, de florecillas en honor a San José será cosa agradable a Jesús y a María, que amaron y honraron al Santo.

• San José continúa en el cielo la misión que tuvo sobre la tierra:
   - Ser el custodio virginal de María
     Ante los hombres él cubría el misterio de la concepción virginal. Él tutelaba y defendía a María en los  viajes y en las dificultades como a Belén, a Egipto y en la pérdida de Jesús en el Templo.
  - Ser el padre nutricio de Jesús
    Con él el Niño trabajaba, oraba, santificaba la casa con las virtudes domésticas.
  - Ser el custodio de la gran familia cristiana: la Iglesia
    Es el protector de la Iglesia universal difundida por todo el mundo: la custodia, la defiende, la exalta en el fervor y en la propagación.

• San José sólo deseaba cumplir la voluntad divina y secundar en todo a su Dios. Dios podía disponer de él según los deseos y los designios de su amor.

• San José, además, es llamado el “hombre justo”. Con esta expresión el Espíritu Santo lo muestra como hombre adornado con todas las virtudes.

• Justo con Dios, porque a Él daba culto, honor, obediencia… Justo con el prójimo al que respetaba, estimaba y brindaba socorro en sus necesidades. Justo consigo mismo, sometiendo los sentidos al espíritu, cumpliendo sus deberes de esposo, de padre y de obrero.

• San José es también el patrono de los moribundos. Él tuvo una muerte santísima asistido por Jesús y María. 

1 comentario:

  1. Bonito mensaje...buena semana santa! Saludos Flia. Paulina.

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