miércoles, 10 de agosto de 2011

Hijas de San Pablo (Paulinas)

Las paulinas viven su aventura de pregoneras del Evangelio, misioneras del Tercer Milenio. En sus manos la Palabra se hace libro, revista, folleto...

Historia de la Fundación

Fueron fundadas en 1915, por el Padre Santiago Alberione, en Alba, al norte de Italia. Las Hijas de San Pablo, conocidas como Paulinas, son un instituto religioso de carácter misionero, compuesto por mujeres consagradas apóstoles de la comunicación, que viven en comunidades fraternas al gozo de la vocación. Llamadas a vivir y comunicar a Jesucristo Maestro, Camino, Verdad y Vida como lo comprendió, vivió y comunicó San Pablo.

Teresa Merlo, a los veinte años encuentra al padre Alberione el 27 de junio de 1915, quien le pide colaborar para el nacimiento de la rama femenina de la Sociedad San Pablo. Le proyecta un futuro de libros por imprimir, Evangelios por difundir, una misión abierta al mundo entero.

Fueron creciendo, guiadas y animadas por la Primera Hija de San Pablo, Teresa Merlo. Ella decía: “Debemos formarnos un alma universal como la de San Pablo. Imitemos su caridad. Él se hacía todo para todos. Tenía un corazón delicadísimo para con todos".

Están presentes en 56 naciones de los 5 continentes; con variadas formas y expresiones apostólicas: Centros de Difusión multimediales, editorial, publicidad, venta, distribución, programas de radio y televisión, animación y coordinación de catequesis, departamentos de comunicación social, talleres, cursos, pastoral vocacional, misiones bíblicas, otros.

Privilegiamos tres etapas fundamentales de nuestro apostolado: momento creativo, redacción y diseño; edición y producción; distribución y difusión de todo producto Paulinas.

Damos prioridad a contenidos bíblicos, formativos, pastorales, de orientación, animación y ayuda, espiritualidad cristiana, vida de Santos, magisterio de la Iglesia, moral, formación para niños, jóvenes, adultos, familia; mensajes que ayuden a las personas a crecer y desarrollar valores humanos, culturales y cristianos.

Las Paulinas en la Argentina

El Padre Alberione animó en sus hijas e hijos el celo misionero de san Pablo: "nuestros confines son los confines del mundo". Así, con pocos años de fundación, envía a un pequeño grupo de religiosas a Brasil y Argentina. El 31 de diciembre de 1931 desembarcaron en Buenos Aires las hermanas Ester Inncenti y Caterina Carbone. Con la llegada de Italia de la Hermana Romilde Barbati.

Las fundaciones en el interior del País se suceden: Santa Fe, San Miguel (Buenos Aires), Tucumán, Mendoza, Corrientes, Resistencia (Chaco), La Plata, Añatuya (Santiago del Estero)... y también en el exterior: Chile, Uruguay, Perú, Bolivia, Paraguay.

En la Vida y en la Misión, Cristo es para las Hijas de San Pablo el Maestro, el Camino y la Verdad, el centro unificador en que halla plena realización cada hombre, toda la historia y el apostolado.

Misión

Llamadas por Dios a una vocación específica, las Hijas de San Pablo, han seguido la voz del Señor, y como el fundador, reconocen el privilegio de participar de la alegría de la consagración total al Señor, en la donación de su existencia misma, comprendiendo la urgencia de "hacer algo por el Señor y por los hombres y las mujeres del nuestro tiempo".

Las Hijas de San Pablo (Paulinas), hacen de la comunicación del Evangelio un proyecto de vida. Juntas, buscan caminos nuevos que el Espíritu va abriendo a la Palabra para que se difunda y recorra el mundo.

Los centros de comunicación son: las oficinas de redacción, de diseño y de técnica, las librerías tradicionales y virtuales, los centros audiovisuales, las estaciones de radio y televisión, Comunicar a Cristo, Camino, Verdad y Vida es la misión específica de las Hijas de San Pablo; una misión que no tiene fin.

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